Protección de testigos (Diego)

Mi nombre es Diego por desgracia fui testigo de un asesinato de uno de los mafiosos más buscados de la ciudad, la policía me necesitaba vivo ya que mi testimonio podría atrapar por fin al líder de la mafia, pero es obvio que el jefe no me dejaría testificar tranquilo e intentaría matarme.

La policía me metió en protección de testigos pero ya que este es un caso especial no basta con cambiar mi nombre y apartamento.

Ellos me darían otro cuerpo y una nueva identidad y el fiscal decidió que debía convertirme en una mujer para ser menos sospechoso, yo no quería pero solo serían por unos días asta poder testificar.

Hoy llego mi policía asignado para el caso Brayan que venía a decirme cómo serían mis nuevos papeles y el trámite fiscal.

Pero no podía concentrarme este cuerpo me tiene como loca y solo mirar su entrepierna con una erección me exitaba.

El también lo noto y empezó a besarme y a tocarme mientras yo ponía mis manos e su duro pene.

Una cosa llegó a la otra y sin darme cuenta ya estaba casi desnuda y entre más besaba mi cuello y mis pezones, mi entrepierna está cada ves más mojada.

No lo resistía más estoy muy caliente para detenerme, así que me arrodille y puse su gran pene en mi boca y empecé a chuparlo, su sabor alborotaba todas mis hormonas en este cuerpo.

Entonces lo vote al sofá y me monte en el, preparando mi vagina para ser follada nunca pensé tener sexo con un hombre pero este cuerpo enserio lo desea.

Luego me voltee para continuar con esta locura deliciosa, la sensación de ver rebotar mis tetas arriba y abajo y introducir dentro y fuera su pene era increíble quería hacerlo por horas.

Luego me puse en posición de perrito, la sensación de sentirme indefensa y sumisa mientras un macho me dominaba era espectacular quería que el me hiciera suya cuando el quisiera.

Después de varios minutos de sexo intenso terminamos y el menciono que debíamos repetirlo alguna vez y solo la idea me estremecía y hacia palpitar todo mi cuerpo.

Yo respondí que si lo haríamos de nuevo y el se marchó y la verdad creo que cuando termine de testificar pediré que me dejen en este cuerpo para siempre.