martes, 12 de julio de 2022

Mi boda en la isla

Antes de empezar quiero decir que está historia fue escrita por la genial Amber en mi cumpleaños y mi amigo M le agrego la parte suculenta, muchas gracias a ambos, los quiero mucho 😘💜

Hoy día me presento ante el padre en esta hermosa ceremonia planeada para mí, mi boda… Volteo hacia todos lados, veo a mi familia, a la familia de mi pareja, al padre y a mi pareja; así también soy capaz de ver la hermosa isla que fue escogida para la ceremonia. Mirando hacia abajo, me encuentro con el hermoso ramo de flores blancas que cargo con mis manos, aunque en primer plano está mi generoso escote, sosteniéndose milagrosamente dentro de mi vestido sin tirantes, de por sí son grandes, pero el corset que estoy usando hace que se vean enormes. Puedo sentir también mi velo haciéndome cosquillas en el cuello, mis caderas rozando con mi apretado vestido y mis pies cansados de estar parados de puntillas sobre mis tacones. Sin duda, me veo hermosa, y mi boda es preciosa; pero no puedo dejar de pensar en unos cuantos detalles. 

Esta en realidad no es mi boda. 

Esta no soy yo. 

Yo no soy una mujer… 

Verdaderamente sigo sin poder creer que fue solo ayer la última vez que me levanté siendo un hombre, siendo Jeison. Todo comenzó desde entonces: originalmente llegué a esta hermosa isla por unas vacaciones por mi trabajo, estaba solo, pero sin embargo, me la estaba pasando bien, incluso conocí a una hermosa mujer: Myla.  

La vi sentada sola en el bar del hotel cuando estaba cenando anoche, me acerqué a ella y me presenté, ella con una sonrisa se presentó también y desde entonces entablamos una muy buena conversación, ella me invitó unos tragos y yo accedí; mientras esperábamos a que nos sirvieran, la naturaleza decidió llamar a mí y tuve que ir al baño, cuando regresé, me sentí bien al ver que Myla seguía sentada en el mismo lugar con los tragos ya servidos, me sentía con suerte, tal vez hoy podría ser una gran noche! Pero decidí tomarlo con calma, me senté con ella y continuamos nuestra conversación, ella me pasó mi trago y comenzamos a tomar también, después de un tiempo, me comencé a sentir mareado… Muy mareado… Poco después de eso, sólo recuerdo ver en primera persona cómo caía de mi asiento hacia el piso, y después de eso, perdí mi conocimiento, después de eso, sólo recuerdo haber despertado… 

Todavía no abría mis ojos, pero ya podía sentir la presencia de otra persona en mi cama; en primera instancia, pensé que tal vez, en efecto, había tenido suerte con Myla, pero al abrir los ojos, no la vi a ella, en su lugar, me vi a mí mismo. 

Ahí estaba yo, o al menos esa otra persona que se acostaba a mi lado y que se parecía tanto a mí. Suspiré con sorpresa al verlo, pero el sonido que salió de mi boca me dejó con mayor sorpresa: mi voz era femenina. Esa afirmación me hizo mirar abajo, y entonces las vi: ante mis ojos se posaban generosamente un par de enormes montículos de grasa, definitivamente senos, de los que las mujeres tienen. Una rápida movida de mi mano hacia mi entrepierna me ayudó a confirmar que me había convertido en una mujer, no sólo eso sino que también logré reconocer en quién me había convertido, este era el cuerpo de Myla. 

A mi lado, se levantó quien parecía ser mi gemelo, quien se sentó a mi lado en la cama y me explicó lo que estaba pasando: Para empezar, ese no era mi gemelo, sino que era directamente mi cuerpo, y quien lo estaba controlando era Myla; me dijo que ella estaba aquí para casarse, pero que estaba tan nerviosa que decidió no llevar a cabo la boda. Cuando la encontré en el bar, ella estaba en realidad teniendo una crisis nerviosa por la boda, y cuando me le acerqué para hablar con ella, se sintió más aliviada; al conocerme más, descubrió que mi actitud hacia la vida y personalidad coincidiría más con las de su futuro esposo que las cualidades de ella. Cuando me retiré al baño, vio la oportunidad de tantear nuestras bebidas con una pócima de cambio de cuerpos, aunque no esperaba que perdiera el conocimiento sino hasta que llegáramos a la habitación ya que quería tener una última vez de sexo antes de ser un hombre, y aunque ese detalle estuvo fuera de su control, todo lo demás salió como planeado.

Yo obviamente me negué a seguir con este plan, ya que no quería ser una mujer, y mucho menos casarme con un hombre, pero Myla (o ahora Jeison, supongo) me dijo que no tenía opción, que el cambio era permanente y que no tenía forma de volver a ser un hombre; eso me entristeció un poco, lo que hizo suspirar a Myla. Entonces ella se ofreció a tener sexo conmigo en estas nuevas formas, esperando que me acostumbrara un poco a mi voluptuoso cuerpo; accedí a regañadientes, suponiendo que sería de ayuda ya que no había vuelta atrás.  

Honestamente estaba nervioso, iba a ser penetrado ¡Penetrado! yo, un hombre… aunque ahora tenía que el cuerpo de una mujer, y estaba a punto de ser penetrado por mi antiguo cuerpo, para mi suerte o desgracia Myla tomó la iniciativa y se puso encima de mí, comenzando por acariciar mis pechos, no pude evitar gemir, sus manos acariciando mis pezones se sentían muy bien…

Parece que ya estás listo… ¿O debería decir lista? -Decía Myla introduciendo sus dedos en mi vagina-

La vagina de Myla… Mi vagina… estaba húmeda, era sorprendente, por solo jugar con sus pezones me había puesto así, lo siguiente que sentí fue mi antiguo miembro siendo insertado en mi mojada cueva carnosa “¡Aaahhhh!” no pude evitar gritar del placer, el solo sentirlo dentro de mí se sentía muy bien pero el verdadero placer estaba por comenzar, Myla comenzó a moverse, podía sentir sus movimientos en mi interior, me hacía sentir tan bien que estaba gimiendo como toda una perra.

Cuando menos lo noté, me encontraba encima de ella, moviendo mis caderas por voluntad propia, jadeando y disfrutando del placer femenino hasta alcanzar el orgasmo



El sexo como una mujer me encantó… Creo que ser una mujer no es tan malo…

Mientras se vestía y se preparaba para irse y desaparecer de mi nueva vida, me dijo que la boda sería en unas cuantas horas, y que mi nuevo esposo no sospecharía de mí por no dormir con él ya que fue su despedida de soltero y tampoco durmió en nuestro cuarto, por lo que no tenía que preocuparme por eso. Finalmente se fue, pero no sin antes decirme algo muy especial: “A veces la vida te da regalos en envolturas que no te gustan; perdiste tu vida original pero… Tal vez disfrutes más tu nueva vida…”  

Encontré la ropa que Myla usaba anoche y me la puse, y fui al lugar al que ella me dijo que fuera hace unos momentos para prepararme para la boda con la ayuda de mis damas de honor, lo que implicaba vestirme y maquillarme de novia.

Unas horas más tarde y estamos de vuelta a nuestro punto de inicio, ahora mi nombre es Myla, soy una hermosa mujer a punto de casarme con el amor de mi vida; siento cierta incertidumbre del futuro, ¿estaré cometiendo un error? Tal vez sí, tal vez no; pero al escuchar al padre preguntarme si seré la esposa del hombre que se para en frente de mí, sólo digo una palabra sin pensarlo mucho: “Acepto”.

Después de la boda hicimos lo que toda pareja de recien casados haría, tener sexo, ni bien llegamos a nestra habitación mi esposo comenzo a besarme y a desvestirme, cosa a lo que respondi con besos y desvistiendolo tambien, me lleve una gran sorpresa al ver lo bien dotado que estaba, quizas era más grande que el mío… y por alguna extraña razón.., lo quería en mi boca…


Y ahí estaba yo, chupando el pene de otro hombre, pero no era un hombre cualquiera, ese hombre ahora era mi esposo, he de admitir que su sabor era algo salado pero a la vez delicioso.

¡Mmm! Lo haces muy bien, creo que me voy a venir -dijo el hombre mientras disfrutaba de mi servicio oral-

No tan rapido jeje, esa carga la quiero en otra parte -dije despues de sacar su pene de mi boca mientras lo sostenía con mi mano-

Me encontraba experimentando el sexo como mujer por segunda vez, era aun más placentero que la anterior, mi esposo estaba llegando muy profundo dentro de mí, me encontraba gimiendo de una manera tan obscena que podria compararme con una actriz porno, lo mejor de todo fue sentir su semen caliente en mi utero, cosa que no pude experimentar con mi antiguo yo ya que lo habiamos hecho con condon… Lo hicimos varia veces esa noche…


Esta soy yo un día después, durante mi luna de miel en la misma isla, estoy en el bar con una bebida y mi esposo me tomó esta foto, no podría estar más feliz, yo creo que sí voy a disfrutar mi nueva vida. Mi nombre es Myla, y soy una hermosa mujer felizmente casada.

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